La película comienza con un genérico prometedor. Todos los genéricos de sus pelis, son fantásticos. Luego, el personaje principal, José Mota, su familia, su trabajo, sus esperanzas... No tiene esperanzas. Es el españolito de mediana edad. Con la cabeza clavada en un hierro que brota del suelo. Paradójicamente, lo mismo que le mata (la caída y el hierro), le puede dar lo que busca: dinero. Me recuerda esta película notablemente a 'El Gran Carnaval'. El tipo se convierte en estrella mediática, con la cabezota pegada al suelo. Su amigos, su familia, los medios, los políticos, etc, se preocupan por él entonces. El esperpento, la ópera bufa en la que se ha convertido nuestra televisión, nuestro gobierno, nuestra ética y nuestra estética, se convierte en el centro de una escena sólo contemplada, con risa, por los Dioses. Álex se rie de todos nosotros. Y yo me rio con él.
No entraré mucho en los detalles técnicos. Me quedo con el contenido. Notables algunas interpretaciones, como la de Fernando Tejero, Salma Hayek o el propio José Mota. Mota le da un gran patetismo a su personaje. Está perfecto. Le han nominado, y, chicos, ahí va mi primer vaticinio: le van a dar el premio. Goya al actor revelación. Mota. Como se lo dieron a Lolita por 'Rencor', hace unos años. Notable también la fotografía de Kiko de la Rica. Los fans estamos de suerte. Muy buena.
Jorge Arellano
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