Quizá los más jóvenes debieran estar al tanto de esta película, aunque a mí no me ha gustado mucho. La ciencia-ficción apocalíptica, en la línea de 'Death Race', 'Perseguido', o 'Battle Royale', no me entusiasma. Generalmente, estas distopías negras, llevadas al extremo, hablan de lo que puede ocurrir, o de lo que ya está ocurriendo. 'Los Juegos del Hambre', no hablan del mañana, sino del HOY. Un grupo de jóvenes son seleccionados por la casta dirigente, cada año, para que compitan entre sí a muerte. Como gladiadores de la antigua Roma. <Sólo puede quedar uno>. La lucha por la supervivencia, es el legado que nos dejan. Carne de cañón generacional, vosotros y yo, amiguitos, si no pertenecéis a la oligarquía dominante.
La película se mueve entre 'El Show de Truman' y las películas antes citadas. El miedo, creo yo, a llevarlo a sus extremos a creado un híbrido que ni emociona, ni aterroriza. Desde que se inventó el absurdo concepto ligth, el mundo en general y el cine en particular, sufren una de las mayores pestes que se recuerde: la mojigatería, la profiláxis mental. La película, si quiere mostrarnos un horror, de verdad, podía haber acudido a la película 'The Road'; o a 'Apocalypse Now'; o la justita 'Soy Leyenda'. Por que al final, en 'Los Juegos del Hambre', lo que tienes es sueño, y ganas de irte a jugar con tu ordenador.
Actores poco inspirados; una trama ensanchada en exceso, repetitiva, mema. En este subgénero, su base, está en el buen diseño del juegecito mortal al que se ven empujados el, o los, protagonistas. Cero. El ritmo es lento, tratando que el drama, como digo, nos atrape, en lugar de la acción. Error. Es justamente aquella, la que nos hubiera cautivado, como en 'Gladiator'.
Jorge Arellano
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