Desde hace ya unos 30 años, el protocolo digital MIDI se incorporó como herramienta novedosa para los procesos de composición y producción musical, la madurez de este sistema más las mejoras casi increíbles en el campo de la informática musical ( sintetizadores, samplers, secuenciadores…) ha permitido actualmente, que el músico o productor musical, disponga en su propio hogar si lo desea de un mundo de librerías de todos los tipos de instrumentos: desde espectaculares pianos de cola Steinway, a impresionantes orquestas que llegan a ocupar fácilmente varios gigabytes, así como las clásicas librerías de loops para sesiones, ingentes sonidos e instrumentos étnicos, percusiones de todo el mundo, etc.
Evidentemente, estas herramientas sonoras, junto con los programas secuenciadores profesionales como Cubase de la casa Steinberg o Logic de Apple, no sólo son utilizadas por muchos músicos de todo el planeta sino que específicamente ,en el campo de la composición musical para cine, tv y otros medios, ha alcanzado su máxima difusión. Aunque el sistema tradicional de composición sigue vigente en cuanto a la escritura orquestal, cada vez más se tiende a hacer unas maquetas previas con estas tecnologías que son , en general, tan parecidas al resultado final de grabar con músicos reales, que en muchas ocasiones acaba como máster de grabación. A ello hemos de añadir la consecuente reducción en el presupuesto final durante la producción. También se va dando la costumbre de grabar con orquesta sinfónica real la parte más importante de la música y posteriormente añadir ciertos elementos puramente electrónicos superpuestos a estas grabaciones con el fin de dar un sonido más contemporáneo a la banda sonora. Siempre que esté dentro del estilo requerido por el director de la película, por supuesto.
Javier Cámara
Dirección del Área de Sonido CEV