Álex de la Iglesia regresa un poco, a su viejo estilo, al frenesí de sus primeros trabajos. El director de 'El Día de la Bestia', 'La Chispa Adecuada' o 'La Comunidad', nos sumerge con estilo propio, en la realidad grotesca de nuestro país, en la relación de facto entre los sexos, a través del humor bizarro, punzante, a través de lo irónico, escatológico, del costumbrismo purulento, de lo sobrenatural... Y me quedo corto.
Para cada autor, el infierno es distinto. Un purista, no situaría la acción de la película en el presente. En vez de un poblacho de Navarra, elegiría Transilvania o algo así. Sus terrores los representarían hombres-lobo, bosques tenebrosos, catedrales góticas, seres peludos, o con cuernos, o con rabo... No: para Álex de la Iglesia, no. Para Álex de la Iglesia, el terror consiste en coger un taxi para ir a Badajoz, por trabajo, y que un par de parados desesperados, que acaban de robar un banco, te secuestren, te metan en un maletero y acabes corriendo en pelotas por San Sebastián, por ejemplo; o que tu mujer quiera la custodia de tu hijo; o que tu compañero de curro confiese que se ha enamorado de tí; o que se junten un grupo de mujeres para hablar de los hombres; o que media España siga viendo por televisión, los mejores momentos de 'Noche de Fiesta'; etcétera, etcétera, etcétera. Cada cual, digo, tiene su infierno.
A mí este tío me parece genial. Se necesita un Autor así, aquí, entre los íberos. <Español de pura bestia>, escribió alguien, que no recuerdo. La película es un exceso continuo. Un pelín aburrida al final, con tanto ruido. Se le va de las manos, creo yo. Pero, a Álex, le tomas o le dejas, no hay término medio.
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